Mis Instructores
"Es correcto cambiar el propio estilo para adaptarse a las circunstancias, pero recuerda no cambiar tu forma básica. Por cambio de estilo me refiero a cambiar tu plan de ataque". Bruce Lee
"Concéntrate en construir tu propio estilo, pero asegúrate que tus movimientos básicos son correctos". Freddie Mills (ex-campeón mundial de boxeo)
El respeto hacia el maestro es lo que caracteriza a un artista marcial. Si bien por motivos de espacio no enumero aquí a todos los instructores con los que tuve la fortuna de aprender en mi recorrido marcial, mi intención es rendir homenaje a aquellos que, en mayor o menor medida, forjaron mi camino y más me influyeron en mi percepción sobre el arte de la lucha. Todos ellos tienen mi más profundo agradecimiento y respeto.
Toshiyasu Uzawa
Empecé con el maestro Uzawa, 8º Dan de Kodokan, a la edad de 6 años y mi entrenamiento bajo su supervisión continuó hasta los 17. De él aprendí el Judo en su forma más pura. El maestro Uzawa había estudiado con el maestro Kotany, discípulo directo del fundador Jigoro Kano, y esa misma filosofía quiso compartirla con sus alumnos.
Incluso haciendo combate, nunca perdía su elegancia de movimientos, y por mucho que quisieras desequilibrarle siempre reaccionaba de forma que eras tú el que acababa golpeando el tatami. El maestro Uzawa era el vivo ejemplo de lo que debe ser “el arte de la suavidad”, y me siento muy agradecido a este hombre de trato amable que introdujo en mí la semilla de las artes marciales.
Ed Parker
En el amplio salón de su casa de South Los Robles fue donde recibí mis primeras enseñanzas de Kenpo a manos de su propio fundador. Parker era una persona carismática y de mirada profunda. Tenía un amplio conocimiento de primera mano sobre las circunstancias y personajes que forjaron las primeras escuelas marciales en los USA. Con un agudo sentido de la percepción, podía corregirte el más mínimo detalle del movimiento de una técnica, del cual nunca anteriormente pudieras haber tenido constancia.
Guardaespaldas y uno de los hombres de confianza de Elvis Presley (maestro de personalidades como Frank Sinatra, Dean Martin o Blake Edwards), aprender del maestro Parker fue todo un honor para mí. Fue aprender de la historia misma de las artes marciales en América. (No quisiera dejarme en el tintero mi agradecimiento a Frank Trejo, por las clases recibidas en la escuela de Pasadena, y así mismo, a Christian Springer y Luis González, que fueron la base de mi “adolescencia marcial”.)
Dan Inosanto
Podría decirse que Inosanto fue el responsable que abandonara mis años de práctica en el Kenpo y decidiera embarcarme en un proyecto totalmente nuevo para mí, lo que hizo que de 1988 a 1991 viajase anualmente para entrenar en la Inosanto Academy. En aquella época, la Academy era un paraíso para aquellas personas amantes de las artes marciales en general. Si bien más centrada en las artes del sudeste asiático (eskrima, pentjak silat, bersilat, bando, thai boxing...), también se enseñaban otros estilos como wing chun, boxeo, savate, shooting y el denominado Jun Fan Gung Fu. Mostrar tal repertorio marcial para que pudieras conocerlo y entrenarlo era en algo absolutamente novedoso por aquel entonces.
Guro Inosanto es una auténtica enciclopedia marcial, un artista fluyendo de un arte a otro, y me siento afortunado en haber podido estar cerca de él, acompañándolo en sus clases matutinas en la IMB y participando en aquellas sesiones de la 4a. fase, donde reinaba un gran ambiente de entreno. La Inosanto Academy fue una experiencia realmente enriquecedora en mi aprendizaje marcial.
Jerry Poteet
Simultaneando los entrenamientos en casa de Jerry con los de la Inosanto Academy puede comprenderse el origen del choque de los dos enfoques que se crearon en torno al JKD.
Los entrenamientos con Jerry por aquel entonces estaban principalmente basados en el sentido de la directitud en las técnicas, el entendimiento de la intercepción como táctica combativa y en el trapping cuando se llegaba al contacto con los brazos del adversario.
En mi cuarto año de entrenamiento, durante el transcurso de una clase, retiró los muebles de su salón y me pidió que peleara contra su estudiante y primer instructor, Vern Rochon. Ése fue mi examen, y me convertí en su instructor número 12 y el primero al que se lo otorgó fuera de los USA. Si bien con el paso del tiempo busqué nuevos horizontes en el JKD, siempre le estaré agradecido a Jerry por la dedicación de sus enseñanzas y hacerme sentir en su casa como en la mía propia (agradecimiento extensivo hacia su mujer Fran).
Ted Lucaylucay
Yo le definía como un "maestro del movimiento". Enseñaba kali tradicional, wing chun y boxeo los sábados por la mañana en la Inosanto Academy,
y mi admiración hacia él me hizo pedirle tomar aparte clases privadas.
Fue la primera persona a la que vi aplicar la esgrima a las artes marciales. Todo una experto en el manejo del "olisi" y de cómo usar el propio
cuerpo para conseguir una mayor potencia en el golpeo. Su padre Lucky Lucaylucay fue de los instructores de Inosanto en las artes filipinas y nos
dio varias clases de boxeo de la mejor manera posible: haciendo sparring y observando tus errores mientras estas en plena acción.
Considero tanto a padre como al hijo dos artistas marciales de los que marcan época.
Paul De Thouars
Pendekar Paul fue el creador del sistema de Pentjak Silat Bukti Negara. Tuve la oportunidad de acceder a él gracias a sus clases en la Inosanto Academy, y posteriormente le pedí permiso para poder asistir a un pequeño grupo seleccionado que entrenaba regularmente en el patio trasero de su casa en Arcadia. Tuve la fortuna de ser aceptado.
En clases de un grupo pequeño de 5-6 personas pude entender mejor el enfoque del Pentjak Silat. Pendekar Paul de Thouars me ayudó en la comprensión de ciertos principios de la biomecánica humana cuando estamos cuerpo a cuerpo con el adversario.
Tim Tackett
Impartió un curso para mí en Lloret de Mar (Gerona) en 1989 y durante mi estancia en Los Ángeles solía pasar unos días a su casa de Redlands, donde continuaba aprendiendo bajo su supervisión.
Es un profesor muy inteligente y con un gran sentido para la enseñanza. Tiene novedosas ideas de entrenamiento, y con un enfoque didáctico que ayuda mucho a la mejora del estudiante. Guardo grandes recuerdos personales de Tim y es una persona a la que tengo gran estima.
Dan Lee
El Profesor Dan Lee fue el siguiente peldaño en mi escalera de conocimiento del Jeet Kune Do. Sabía que era muy selectivo a la hora de aceptar estudiantes,
y tuve la fortuna de ser admitido tras unos entrenos en su casa de Duarte. Al siguiente año vino a Madrid a dar un curso privado para mi pequeño grupo de JKD y otro abierto de Tai Chi Chuan.
Dan Lee fue para mi toda una revelación. Su sabiduría sobre el uso de la energía en el cuerpo humano y cómo sacar mayor partido de ella dieron un enfoque más profundo a mis conocimientos en lo que se denomina "filosofía en acción". Tenía experiencia en boxeo (fue campeón de China de peso welter con 18 años) y era un experto en la aplicación de cómo romper el ritmo. Según varias fuentes, Bruce sentía un gran respeto por la habilidad pugilistica de Dan Lee. Las enseñanzas del Profesor Lee tuvieron en mi un alto efecto, tanto en mi comprensión del JKD como en mi vida cotidiana.
Ted Wong
En Sifu Ted vi todas las cualidades que deseaba encontrar en un instructor: su footwork estaba a otro nivel del de los artistas marciales que había conocido, su visión sobre el JKD era lo que siempre había estado buscando, su nivel técnico era realmente alto, y su humildad e integridad me hacían sentir hacia él el más profundo respeto. En otoño de 1993 aceptó mi petición de ir a entrenar a su casa y, según el mismo Sifu Ted, fui su primer estudiante privado fuera de los USA. En abril de 1995, le traje a Madrid para dar un curso público y al año siguiente volvió a repetirse en Barcelona, Málaga y Tenerife. Este fue el principio de la andadura de las enseñanzas de Sifu Ted en España.
Con él fue con quien pude comprobar en mi propia carne las palabras de Bruce: ”tu adversario deberá sentir el golpe antes de verlo”. En sus clases privadas, constantemente enfatizaba la importancia del footwork en cualquier acción. Solía decir que el footwork lo es todo en el Jeet Kune Do. Movilidad, alineación, distancia, timing... Sus enseñanzas tuvieron un profundo impacto en mi visión del JKD y de la lucha en general, y fue mi profesor hasta el día de su fallecimiento. Mi visión de Sifu no fue sólo la de un instructor. También fue un amigo leal en el que podías confiar, un hombro en el cual arrimarse en los momentos difíciles y un consejero ante los vaivenes en los que se desenvuelve la vida. Sifu Ted dejó una profunda huella entre aquellos estudiantes que tuvieron la fortuna de compartir con él algo más que un entrenamiento. Aparte de sentir la potencia de sus golpes, sentiremos por siempre la partida de un hombre de una gran calidad humana.
